Chuso Ordi
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Final de Jornada
Experimentem amb l'art
Barcelona 2008

Fue parte del ciclo de Transgeneracions
En el ciclo participaron María Padilla, Toni Tena y The Valls Brothers, y fue comisariada por Àlex Mitrani.

En Final de Jornada, desarrollé la idea de generar una historia ficticia, que iba actualizando al final del día, cuando la gente duerme y aparecen despiertas las secuencias vividas el día anterior.

Quise procurar un puente entre la sala de exposiciones y la intimidad del ordenador del espectador. Para este menester, el blog funcionaba como un enlace. El blog podía consultarse tanto en la sala como desde casa y de alguna manera participar de su desarrollo.
Simultáneamente, proyecté una serie de videos durante los meses de la muestra, inspirados en la experiencia del blog, en las ventanas de Experimentem amb l'art. A este mini-ciclo de proyecciones en las ventanas le llamé Ojo de árbol

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> video Final de jornada
> video Ojo de árbol

Posteriormente, se realizó un zine en la que todos los integrantes del doble ciclo participamos. Este zine se puede conseguir gratuitamente en Experimentem amb l'art

 

 

EN EL HOYO DE LA MIEL

Esto creo que ya lo he vivido. Unos lo han venido a llamar dejà vu, otros repetición.
Yo lo llamo tropezar de nuevo en la misma piedra. Y sin embargo no deja de ser una trampa.

Volvió de nuevo a mirar por la ventana. Esta noche tampoco va a llover. Tantos días sin lluvia no es bueno. Escuchó las ruedas del primer autobús nocturno y pensó que ya era tarde y que necesitaba dormir. Había esperado durante horas, desordenando cajones con antiguos papeles y volviéndolos a ordenar. Apagó la luz y lo dejó todo en su sitio por si acaso.

Por la mañana, temprano, cuando despertó, debió pensar al mirarse al espejo: “Éste debo ser yo”. “Esto es lo que he estado pensando, esto es lo que he visto y esto es lo que enseño cuando no me veo”. Debió pasar un buen rato largo, quizá más de una hora, porque de repente sonó la alarma del reloj. Se había levantado una hora antes de lo previsto.

Seguramente ya conoció este sitio. Seguramente la causa fue el robo del cobre. Si no es ningún sitio, debe ser una trampa. Debe ser el cepo donde atrapa a sus víctimas. Debe ser el sitio donde llora sus pérdidas, el sitio donde nace la rabia. Las calles por entonces perdieron de repente la luz, y las casas necesitaron generadores. Cuando salió de casa, estaba ya allí, vigilándole, entre los árboles y entre los escombros de una madrugada inventada.

- “Es tuyo?”
- “Quizás sea mío, dónde lo encontró?” Tenía tantas ganas de explicarle…
- “Mundo sordo, mundo sordo… mundo injusto, mundo triste, mundo trágico, mundo inhumano, mundo automático, mundo frío, mundo aburrido, mundo gris… hay quien piensa que cuánto más lejos… pero siempre la respuesta es retorcida y mucho más cercana. Mundo basura, mundo sordo, sordo, sordo, sordo”

Ya dentro del vagón del metro, decidió entonces no ir a trabajar ese día. Pensó que si no hubiese nacido en este sitio, quizás ahora sería otra persona, quizás sería todo tan extraño como el deseo de ser raptado por un ser de otro planeta y desaparecer.

y volver otra vez

y otra vez

Y el trayecto siempre hasta el final. Debieron transcurrir muchas horas, debieron pasar muchas cosas, pero el viaje lo hizo solo. Apenas vio un par o tres de personas esperando en el andén, abandonadas. Esta vez no había grupos de gente riendo y saliendo de fiesta. Sólo el eco de la máquina avanzar estación a estación, el eco de su propia voz repitiendo las mismas fórmulas de siempre. “Esta vez” se decía “esta vez, esta vez”.

“Esta vez dejaré salir al monstruo, y dejaré las ventanas abiertas”
“Esta vez no dejaré a la ira mirar atrás”

Pero el monstruo permaneció escondido tras la cortina mirando la calle, relamiéndose con su propia ira
y esperando la presa al final de la jornada

Subió y se escondió rápido en la fábrica abandonada, allí donde la ira del monstruo no le alcanzase, esquivando el aliento de lo conocido. Y clavó su mirada en el asfalto y a su propia casa.

- “Quisiera pulsar el botón y aparecer frente al mar del Diamante. Y sumergirme”

FIN